La última viuda de Rubén Darío fue la armonía, pronto asesinada por el “verso libre”. Esto fue notable porque el “verso libre” no existe; aun así, mató la herencia musical de Rubén Darío. A decir verdad, Darío murió hace cien años, pero la música del verso castellano lo sobrevivió un tiempo más: hoy está muerta. Quienes terminaron de matar la armonía poética fueron las vanguardias, enemigas de los cánones de la música verbal.
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LO ÚLTIMO SOBRE: modernismo
Hace un siglo, las literatura en español despidió al autor latinoamericano que cambió para siempre la música y la letra de la poesía
En la poesía de Rubén Darío hay dos mundos que se distancian, aunque aparezcan no pocas veces juntos en la forma.