La bohemia josefina se refugiaba en los poquísimos bares donde se presentaban los tríos y mariachis.

Con música de mariachis, personal de la Municipalidad de Alajuela recibió al alcalde Humberto Soto, quien volvió a su cargo tras levantarse una suspensión que se le dictó por el Caso Diamante.

Los turbios personajes de hace 50 años murieron, pero los de ahora tomaron unos asientos que nunca se desocuparon