En una ágil y sorpresiva maniobra, Rusia propuso ayer poner en manos de la comunidad internacional el arsenal químico sirio, plan que Barack Obama considerará “seriamente” y que contó con el beneplácito de Damasco.
En una ágil y sorpresiva maniobra, Rusia propuso ayer poner en manos de la comunidad internacional el arsenal químico sirio, plan que Barack Obama considerará “seriamente” y que contó con el beneplácito de Damasco.