Tres personas de muy distinto origen unidas en la corrupción: Michel Temer, Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Un gobierno conservador, nuevas acusaciones de corrupción y un desempleo récord pese a que se vislumbra el fin de la recesión. Para los brasileños, mucho y al mismo tiempo nada ha cambiado desde que Dilma Rousseff fue sacada hace un año del poder.
Dilma Rousseff se ve más relajada que cuando estaba en la Presidencia de Brasil. Bromea, repasa la apretada lista de conferencias que la esperan en Europa y Estados Unidos, y por primera vez habla de su futuro político.