Es un prófugo confeso. Alberto Dahik Garzozi, exvicepresidente de Ecuador, se considera como tal, pero en vez de huir de la justicia, sostiene que escapó de la injusticia que caracteriza el sistema judicial de su país.
La controversia lo persigue como su segunda sombra desde la 1 a.m. del 12 de octubre de 1995.
Final de suspenso innecesario al caso del asilo político concedido por la presente administración al ecuatoriano Dahik.