El Estado fue condenado a pagar ¢300 millones por la muerte de tres personas que cayeron con un vehículo a un río desde un puente sin barandas, ni iluminación, ni suficiente señalización vial que advirtiera del peligro
El Estado fue condenado a pagar ¢300 millones por la muerte de tres personas que cayeron con un vehículo a un río desde un puente sin barandas, ni iluminación, ni suficiente señalización vial que advirtiera del peligro