Jugadores aseguran que nunca han visto personalmente a Jorge Castillo, actual administrador del club, y denuncian que les modificaron las condiciones contractuales: ahora todos, sin excepción, ganan ¢400 mil al mes.
El apoderado de Limón, Carlos Pascal, reapareció ayer ante un caos que incluye jugadores en huelga, un administrador que dice temer por su vida y otro que reclama el pago de ¢400 millones.
El apoderado de Limón se presentó al club en medio de la guerra entre Denis Viveros y Jorge Castillo, los colombianos a quienes cedió en diferentes momentos el control del equipo. Rechazó una propuesta del primero y espera reunirse este miércoles con el segundo.