Un sencillo pero emotivo acto sirvió para el traspaso simbólico de la estafeta del Mundial que la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff entregó a su similar de Rusia, Vladimir Putin, ante Joseph Blatter, presidente de la FIFA, como testigo de honor.
Un sencillo pero emotivo acto sirvió para el traspaso simbólico de la estafeta del Mundial que la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff entregó a su similar de Rusia, Vladimir Putin, ante Joseph Blatter, presidente de la FIFA, como testigo de honor.