Etiquetas Rompe-Cabeza

<em>Rompe-Cabeza</em> no fue una experiencia fácil de asimilar. La complejidad del libreto retó nuestra capacidad de seguimiento y atención. A fin de cuentas, a cada espectador le tocó la tarea de juntar las piezas de esta historia como mejor pudo. Sin embargo, la energía, entrega y precisión del elenco hizo de los desafíos dramatúrgicos una oportunidad para entender la acechante cercanía de los terribles engranajes de la violencia.