No hay nada mejor que un lenguaje poco claro para sembrar el caos o facilitar el consenso. Según Ludwig Wittgenstein, los problemas filosóficos no son más que una consecuencia del mal uso de las palabras.
No hay nada mejor que un lenguaje poco claro para sembrar el caos o facilitar el consenso. Según Ludwig Wittgenstein, los problemas filosóficos no son más que una consecuencia del mal uso de las palabras.