A Donny Romero no le queda más hogar que el abrazo de su esposo protegiéndola del viento otoñal que sopla en las calles de la capital mexicana, a casi un mes del violento terremoto que destruyó su casa y sepultó 30 años de recuerdos.
A Donny Romero no le queda más hogar que el abrazo de su esposo protegiéndola del viento otoñal que sopla en las calles de la capital mexicana, a casi un mes del violento terremoto que destruyó su casa y sepultó 30 años de recuerdos.