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En medio de la nostalgia por no haber asistido a Río 2016, Gabriela Traña, dos veces maratonista olímpica, se satisface de que algo está cambiando en Costa Rica: si su abuela, su madre y ella nunca pensaron en ser deportistas, las nuevas generaciones no son tan ajenas a los sueños olímpicos. De paso, repasa el rendimiento de los atletas nacionales y las posibilidades de volver a una medalla.