El policía blanco que mató a un desarmado joven afroestadounidense en agosto pasado en la ciudad de Ferguson y que no fue inculpado por la justicia dijo que tiene "la conciencia limpia" y que volvería a actuar de la misma manera.

El cuerpo de Michael Brown, el adolescente de Misuri cuya muerte a tiros por la Policía desató una ola de protestas, recibió por lo menos seis disparos, incluso dos en la cabeza, según los patólogos contratados y los abogados de la familia.

Una persona resultó herida y siete fueron detenidas en la primera noche de toque de queda en Ferguson, centro de Estados Unidos, sacudida por una semana de protestas tras el asesinato de un joven negro por un policía.