El canciller, Manuel González, sostuvo ayer que, si un cuarto embajador se inmiscuyera en política interna o externa de manera indebida, aplicará la misma medida que tomó con diplomáticos en Bolivia, Corea del Sur y Venezuela: la destitución. Y lo hará independientemente de quien sea, pues la política exterior costarricense “no está ligada a la complacencia o los guiños afectivos de ningún país”.