Ayer no fue un buen día para el presidente Luis Guillermo Solís. Mientras su fracción se dividía en dos en el Congreso, él tenía que anunciar la salida de su principal estratega, el consultor Iván Barrantes.
Ayer no fue un buen día para el presidente Luis Guillermo Solís. Mientras su fracción se dividía en dos en el Congreso, él tenía que anunciar la salida de su principal estratega, el consultor Iván Barrantes.