Nueva York es una ciudad tan grande que no se detiene a contemplar nada, ni si quiera la gran fiesta del deporte norteamericano. Muchos de los reportes de prensa en el sitio indican que al neoyorquino promedio ni le va ni le viene el Super Bowl. Pero la final de la NFL sí se irradia de la luz de esa magnifica ciudad que nunca duerme.
Peyton Manning no ha decidido si hoy será el último juego de su ilustre carrera pero es más probable que lo sea si se alza con su segundo campeonato (ya había conquistado uno con los Colts).
El planeta nunca ha visto una ofensiva como la de Peyton Manning y los Broncos de Denver. Rompieron casi todos los récords existentes en la materia con 7.317 yardas en la temporada regular, 606 puntos (promedio de 37,9 por encuentro) y 71 touchdowns.