El futbolista se entrenó aparte de sus compañeros el lunes y la Asojupro intervino, pero según Steven Bryce ‘no hubo nada erróneo de las partes’.
Aunque se siguió la misma línea de la máxima categoría, este pacto se ajusta a la realidad de Segunda, donde los salarios son menores. La base fijada es ¢100.000.
Hace 12 años se creó la Asociación de Jugadores Profesionales, la cual con el pasar de los años se ha convertido en un asesor para los futbolistas, para muestra el último acuerdo que comandó ante el impacto económico del nuevo coronavirus en la Primera y Segunda División.