Así como preguntan por cuántos cursos especiales recibirán sus hijos, los padres también deberían pedir a escuelas y colegios planes para proteger salud mental.
La soledad y la tristeza en los jóvenes reflejan la debilidad de las estructuras de apoyo.
Es natural sentir ansiedad al iniciar un nuevo año escolar; pero no es normal que los estudiantes pierdan el sueño, dejen de comer o se violenten.