La mitad de las propiedades del país (unas 800.000) aún carece de las medidas exactas y de la validación de sus límites territoriales que prometió el plan BID Catastro, en el 2001.
El crédito por $65 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) venció en mayo del 2014 y ahora, será el Registro Nacional el que asuma la revisión de los datos y complete la medición de unos 800.000 lotes.
El catastro nacional es una herramienta de seguridad jurídica al precisar las áreas exactas y límites de cada lote.
Con este proyecto se pretendía corregir las incongruencias existentes, pues para el 2001 la suma de las medidas de todas las propiedades daba 62.005 kilómetros cuadrados (km²), es decir, 10.905 km ² más que lo que tiene el territorio nacional.
La iniciativa tropezó con la falta de estudios de base, con apelaciones de los carteles de licitación y atrasos en algunas de las contrataciones, según el director general de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, Juan Carlos Quirós.
“El plan fue ambicioso desde el momento de su formulación y diseño, lo cual fue una debilidad importante en la ejecución del proyecto BID Catastro (...). La falta de estudios base y las apelaciones de los carteles afectaron la ejecución dentro de los plazos establecidos”, afirmó Quirós.
El plan BID Catastro también contemplaba una contrapartida del Estado por $27 millones, pero, según el Registro Inmobiliario, solo se giraron unos $5 millones.
A la fecha, el total de propiedades catastradas representa el 60% del territorio y entre las que hacen falta hay áreas urbanas, territorios indígenas y zonas marítimo terrestres .
“El Registro están en un proceso de consolidación de los datos que trabajó la unidad ejecutora del proyecto durante los 13 años. Una vez que se valide la información de las propiedades catastradas, todo se formaliza vía decreto”, dijo Óscar Rodríguez, director de Registro Inmobiliario del Registro Nacional.
A la fecha, se han catastrado por vía decreto, 32 de los 478 distritos del país. Están en proceso de publicación unos 35 más.
Una inversión. El uso de fotografías aéreas y de nuevas tecnologías para medir las fincas permiten suprimir anotaciones imprecisas que existían en los planos más viejos, donde se consigna que el límite de una finca llega “hasta topar con cerca o hasta donde la vista alcance”.
“No obtuvimos el resultado que esperábamos de la unidad ejecutora, pero se avanzó de manera importante hacia un sistema de catastro de primer mundo, que se va a continuar ”, manifestó Rodríguez.
La dirección de Registro Inmobiliario prevé una inversión aproximada de $1 millón por año durante el primer quinquenio, para seguir con la validación de la información de catastro.
“No creemos que haya que esperar otros 13 años para tener todas las propiedades catastradas, pero es un proceso que se debe hacer con cuidado y con la revisión que amerita para contar el debido saneamiento de los datos, para que sea preciso”, dijo Marlon Aguilar, subdirector catastral de Registro Inmobiliario.
El Registro Nacional emite un certificado catastral que es un documento mediante cual se certifica que el plano de un inmueble ha sido debidamente inscrito, con la indicación de límites, extensión exacta del terreno y si se ubica en una zona catastrada.
Beneficios. Pese a que hizo falta medir el 50% de los lotes del país, los recursos del programa BID Catrasto generaron avances hacia los gobiernos locales.
“Se entregaron las plataformas de valor a las 81 municipalidades con el fin de mejorar la recaudación de impuestos sobre los bienes inmuebles y también Se desarrolló el Sistema Tributario Municipal y se instaló en 40 municipalidades”, señaló Juan Carlos Quirós, director general de Crédito Público.
El jerarca agregó que, mediante el plan BID Catastro se elaboraron 11 planes reguladores de la provincia de Guanacaste, así como el Plan Regional de Ordenamiento del Territorio de la Región Chorotega (Perot).
El director de Registro Inmobiliario afirmó que, en el periodo 2015-2016 se priorizará la medición de los territorios indígenas y zonas marítimo-terrestres, que quedaron pendientes.