Autorizaciones municipales, visado de planos, permisos de agua y servicios eléctricos, impiden que se avance en la construcción de proyectos habitacionales y el otorgamiento de bonos de vivienda para pobres.
Los tiempos de espera en los trámites hacen que el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) no pueda girar poco más de ¢136.000 millones para soluciones de vivienda que se acumulan desde hace tres años.
Con esta suma se podrían financiar 7.000 casas de bien social de ¢20 millones cada una.
“El sistema está altamente entrabado. Tenemos montones de proyectos que quedaron increíblemente atascados. Hay muchas trabas en permisos municipales, errores en la topografía, problemas de mala construcción y mala administración del sistema”, explicó Rosendo Pujol, ministro de Vivienda.
Según el jerarca, este tipo de problemas hace que no se pueda girar este superávit, que ya está asignado a distintos proyectos habitacionales.
Todas estas explicaciones tendrá que darlas Pujol en la Asamblea Legislativa el jueves 19 de marzo, luego de que los diputados aprobaran la moción del legislador socialcristiano, Gerardo Vargas, para llamarlo a comparecer.
“Nos daremos cuenta de la clase de crimen que se está cometiendo con ese dinero ocioso. A este Gobierno le falta un ministro de Vivienda que ejecute los fondos asignados a las casas de miles de familias”, declaró Vargas.
Para el 2013, 25.000 familias carecían de una vivienda y 126.000 casas estaban en deplorables condiciones, según datos de la Fundación Promotora de la Vivienda (Fuprovi).
Dineros comprometidos. Los ¢136.000 millones están repartidos en bonos individuales, comunales y en proyectos específicos, según informó Luis Montoya, gerente general del Banhvi.
Cerca de ¢28. 0000 millones están comprometidos en el bono ordinario, ¢43.000 millones en bonos y proyectos de pobreza extrema. Falta por girar ¢22.000 millones en subsidios comunales.
También, en ese superávit está apartado el dinero para los damnificados del huracán Tomas, ocurrido a finales del 2010.
Para esta emergencia se destinaron ¢25.000 millones, pero el Bahvi solo ha podido ejecutar ¢3.800 millones.
“Estamos a la espera del planteamiento de los proyectos de vivienda para atender 820 casos que quedan pendientes ”, expresó Montoya.
Falta por girar alrededor de ¢5.000 millones para bonos comunales pendientes y ¢15.000 millones para proyectos específicos.
Montoya explicó que para ejecutar esos dineros, se requiere la colaboración interinstitucional que permita reducir los tiempos de espera y agilizar trámites.
“Este año, nos involucramos, junto con el Ministerio de Vivienda, en el Plan de Mejora Regulatoria, para reducir el tiempo de los trámites que se requiere para los bonos”, agregó Montoya.
En lo que va de la administración Solís Rivera se han aprobado 22 proyectos de vivienda que, entre todos, suman ¢15.141 millones. Cerca de 3.785 familias han sido beneficiadas.