¿Qué impresiones tienen sobre la directriz del Mivah?
Debe definir únicamente las políticas generales de selección de beneficiarios, debe ser clara y transparente, para que el Banhvi la ejecute.
”Esperamos que no se convierta en un reglamento de cosas que ya están establecidas en la Ley del Sistema Financiero de Vivienda, y que no sea una camisa de fuerza para el Banco Hipotecario.
”La directriz no deja del todo claro quién, en el Estado, es el encargado de seleccionar a los beneficiarios y dar la palabra final. Ese podría ser un inconveniente.
”El espíritu de la directriz es seleccionar a los que más necesitan ayuda. Nadie se opone a eso, es algo necesario”.
¿Cómo ven que el Ministerio quiera tener un rol más activo en cuanto a indicar dónde se necesitan proyectos?
Está muy bien, todos los que intervienen están anuentes, pero falta consistencia para juntar a las partes.
”El Mivah debe encargarse necesariamente de definir una verdadera política nacional de vivienda. Si la intención es desarrollar proyectos en determinadas zonas, que bien pueden estar definidas, el Mivah debe hacer un esfuerzo adicional para orientar a los demás actores, sin tomar potestades que son del Banhvi. Caso contrario, la misma ley de oferta y demanda se va a encargar de hacer proyectos donde sea más fácil”.
El complejo sistema que tantas críticas genera, ¿puede ser mejorado?
Sí se podría. Consideramos que sí se puede. Ha faltado integración, que las partes estemos en la misma mesa, hablando el mismo idioma, dando más participación. No es fácil, pero falta diálogo.
¿Considera necesario cambiar la ley que regula el sistema para que eso suceda?
Es un tema que genera opiniones divididas. Creo que para agilizar el sistema, no necesariamente hay que hacer un cambio de ley, sino que se necesita mucha más actitud, participación y consensos. Los que tenemos que intervenir somos las personas, no la ley.