Durante el año pasado, el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) entregó ¢84.000 millones en bonos de vivienda de interés social. Tal cifra es la segunda más alta de los últimos 20 años.
Con ese dinero se beneficiaron 10.867 familias.
La inversión del 2015 la supera solamente la de dos años atrás, cuando se entregaron un total de ¢87.353 millones, con los que se ayudó a 10.062 familias.
De esos datos partió la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi) para desarrollar el estudio Situación de la Vivienda y Desarrollo Urbano en Costa Rica 2015, el cual se presentó la mañana de este miércoles.
La investigación determinó que la mayor cantidad de bonos gratuitos (72,5%) se entrega para construcción en lote propio. El segundo grupo se compone de las ayudas para comprar lote y construir (11,8%), mientras que el tercero es el que busca reparar, ampliar, mejorar o terminar la casa.
El análisis de los datos señaló que la zona donde más se entregaron bonos para construcción en lote propio es en la región Brunca (sur del país), mientras que en la Gran Área Metropolitana (GAM) es donde más se acude a estas ayudas, para mejorar una vivienda que ya se posee.
De acuerdo con el investigador Franklin Solano, tal tendencia se justifica debido a la menor disponibilidad de terrenos en el centro del país.
El estudio también identificó los cantones donde más se entregaron bonos: Upala, San Carlos, Pococí, Heredia, Paraíso, Pérez Zeledón y Buenos Aires.
En opinión de Solano, uno de los aportes que hace el estudio es señalar la necesidad de que los gobiernos locales se involucren en los procesos para determinar dónde se debe construir vivienda, tarea que, según él, hasta el momento han desempeñado el gobierno central y el sector privado.
"Son pocos los gobiernos locales que han asumido el reto de la vivienda como parte de su gestión. Responden a veces pero ante la presión de algunos grupos o desarrolladores, pero como una política local y municipal de vivienda es poco lo que uno podría decir que existe en este país", señaló Solano.
Para el investigador, la tarea de las municipalidades no debe ser solo de seguimiento, sino también de propuestas.
"Los bonos de vivienda se distribuyen en territorios donde uno se pregunta si los gobiernos locales tienen noción o conocimiento, si han planificado o visto estratégicamente cómo se debería dar la colocación de los bonos, o qué podrían hacer ellos para favorecer que se entreguen mas bonos en su territorio", añadió.