Ciudad del Vaticano. La basílica de Los Ángeles se trasladó ayer a un nuevo recinto: el Vaticano.
Así se sintieron los ticos que ayer participaron en la misa celebrada por el cardenal italiano Angelo Comastri para honrar la réplica de la imagen de la Virgen de los Ángeles, que ahora tendrá un espacio en la capital de la fe católica.
Ubicada en un altar del templo de Santa Ana, La Negrita recibió honras y aplausos de los emocionados ticos, quienes vieron a la patrona de Costa Rica rodeada de flores blancas, olor a incienso y banderas tricolor en un rincón del Vaticano.
“¡Bendita sea la Virgen de los Ángeles y Costa Rica. Muchas gracias a todos!”, dijo el cardenal Comastri, secundado de aplausos.
Para sorpresa de los nacionales, al finalizar la ceremonia el piano del templo entonó las notas del Himno a la Virgen de los Ángeles y los ticos cantaron la letra, esa misma que resuena cada 2 de agosto durante la romería.
“Ver la iglesia llena de banderas de Costa Rica, de gente humilde que hizo todo un esfuerzo económico para venir, es grandioso. Uno viene a Roma movido por la fe en Juan Pablo II ”, dijo Erlinda Segura, vecina de Tobosi de Cartago.
En la actividad participó “la costarricense del milagro”, Floribeth Mora, quien dijo sentirse muy honrada de que la Virgen de los Ángeles tenga un altar de oración en el Vaticano. “Me siento emocionada, Dios es grande con Costa Rica”, manifestó Mora.
Retratada. La más fotografiada ayer fue La Negrita . Los ticos pusieron las banderas alrededor del altar, llevaron flores, oraron y sacaron sus celulares para que el recuerdo quedara en fotografías.
El embajador de Costa Rica ante la Santa Sede, Fernando Sánchez, participó en la celebración y destacó que la entronización de la Virgen de los Ángeles es una muestra más de la excelente relación que existe entre el Estado costarricense y el Vaticano.
“Desde ahora, Costa Rica tendrá un sitio más de peregrinación para que todos los feligreses ticos traigan sus peticiones. Es un puente entre Cartago y el Vaticano”, dijo el embajador Sánchez.
La réplica llegó al Vaticano en manos del arzobispo de San José, José Rafael Quirós. Durante la misa, el obispo Francisco Ulloa recordó la historia de la aparición de la Virgen de los Ángeles, que cumplió 300 años en el 2010.
Sin conocerse entre ellos, los ticos ayer se saludaron entre sí, sacaron fotos e intercambiaron números de teléfono para mantener la comunicación en Costa Rica. Los grupos fueron una sola familia que llegó al Vaticano a honrar a la Virgen de los Ángeles.
Su fe también la evidenciaron con estampitas de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII, a quienes el papa Francisco declarará santos este domingo en la plaza de San Pedro. Hoy en Ciudad del Vaticano, peregrinos que pasaron noche y madrugada en vigilia agitan banderas de diferentes naciones.
Ellos escriben al mundo una historia de júbilo católico por la santidad de los papas transformadores de la Iglesia católica.
Este 27 de abril, Costa Rica forma parte de un capítulo en la historia de la Iglesia católica mediante el testimonio de una mujer tica que, asegura el Vaticano, fue curada de un aneurisma (inflamación de una vena del cerebro) por la intercesión de Juan Pablo II.