El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la firma Claro informaron ayer de que sus servicios de Internet operaron sin problemas durante el fin de semana en curso.
La Nación intentó obtener información de otras empresas proveedoras, pero no fue posible.
El miércoles pasado, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) avisó sobre la posible caída promedio del 50% en la velocidad de Internet, debido al mantenimiento del Cable Submarino MAYA -1, en Limón, desde la noche del viernes hasta las 6 a. m. de hoy.
MAYA-1 es una red de fibra óptica de 4.323 kilómetros de longitud que opera desde el 2000. Se trata de una de las principales entradas y salidas de datos digitales que posee el país, por lo que abastece a la mayoría de operadores y proveedores.
El vocero de la Sutel, Eduardo Castellón, explicó que los arreglos impactarían la oferta de Internet fijo y móvil ofrecida por operadores locales de telecomunicaciones.
Castellón indicó que algunos usuarios habrían podido sufrir suspensiones intermitentes o totales.
Ante la advertencia de la Sutel, el ICE aclaró que sus servicios de Internet, así como de telefonía internacional, no sufrirían problemas, ya que están conectados además a otros cables submarinos.
“Solo los clientes que tengan líneas directas o servicios de VPN con subsidiarias en el extranjero, podrían notar una afectación parcial en los servicios”, alertó el ICE.
Por otro lado, la vocera de Claro, Carolina Sánchez, señaló en un comunicado que los clientes de la firma no tendrían problemas ya que no dependen de esa salida internacional, sino que tienen cinco más, independientes entre sí.
Otras empresas, como Tigo, habían previsto cierto impacto, pero ayer no fue posible obtener datos.
Sin registro. Aún es pronto para determinar cuáles operadores sufrieron y en qué medida; la Sutel se encargará de recopilar esa información en el transcurso de la semana, manifestó ayer por la tarde Walther Herrera, de la Dirección de Mercados de la entidad.
Herrera aclaró que no es la Sutel, sino cada firma operadora, la que podía prever si sus clientes tendrían contratiempos.