Los lugañeros objetan que la ampliación de la zona de amortiguamiento contemple hasta 1.500 metros del refugio de vida silvestre de Caño Negro.
El aumento en la reserva está contemplado en un Plan de Manejo del Refugio Nacional de Vida Silvestre Caño Negro, aún sin aprobar, y propuesto por entidades como el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inbio) y Ministerio de Ambiente, Energía y Comunicaciones (Minaet).
El objetivo del plan es conservar el área protegida, para asegurar el uso sostenible de los servicios ecosistémicos y las comunidades hasta el 2020.
Dichas instituciones, consideran que la reserva está amenazada por pesca ilegal y contaminación de agroquímicos.
El plan considera como zona de amortiguamiento los primeros 1.000 metros externos al límite del área protegida, más una extensión de 500 metros aguas arriba del río Frío y 500 metros aguas debajo del cauce Playuelas.
Vecinos como Wilson Martínez creen que el problema de la zona de amortiguamiento está en que, si aprueban el plan, los desalojen de sus propiedades.
Los lugareños plantearán sus inquietudes al primer vicepresidente de la República, Alfio Piva, quien tiene previsto visitar la zona el jueves.