Los oficiales de Tránsito no dan abasto para disminuir el impacto de las presas que provocan varios puentes angostos en diferentes puntos de la capital.
German Marín, director de ese cuerpo policial, lo describe como “una situación incontrolable” y dijo que solo se puede resolver con más inversión en infraestructura.
“Por más oficiales que pongamos, no damos abasto con la cantidad de carros. Simplemente, las calles no aguantan más carros, y un oficial ya no es suficiente. Estamos atados de manos”, expresó el funcionario.
La Policía de Tránsito cuenta con 900 oficiales, divididos en tres turnos. Es decir, menos de 300 por turno deben asumir una serie de responsabilidades en todo país, entre estas, la regulación del flujo vehicular.
Marín agregó que, en varios casos, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) ha optado por colocar semáforos que permitan regular el paso en esos puentes angostos, pero la medida no alcanza.
“Lo que pasa es que la presa se va extendiendo de un lado mientras avanzan carros del otro. Este es un efecto dominó causado por la gran cantidad de carros”, expresó el director de la Policía de Tránsito.
En el futuro. Pedro Castro, ministro de Obras Públicas y Transportes, manifestó que la tarea restante para solventar esta problemática solo puede ir en la dirección de construir más infraestructura.
Castro aseguró que esta tarea no es solo de un Gobierno; se necesita el trabajo de varias administraciones.
“Estamos proponiendo un proyecto que ya está en la Asamblea Legislativa. Se trata de un sistema administración de activos viables. Esto nos permitirá llevar un orden de qué se tiene que reparar, de acuerdo con prioridades”, dijo Castro. Según el jerarca, esto obliga a que se construya y repare lo que urge “sin importar quién sea el ministro”, manifestó.