Al el sur y norte del país dos grupos de fieles alistan maletas para dar inicio a una peregrinación de fe y cientos de kilómetros de asfalto que los llevará a los pies de la Virgen de Los Ángeles, en la Basílica de Cartago.
Se trata de los romeros de San Vito de Coto Brus (en Puntarenas) y Tilarán, Guanacaste, quienes se enfrentarán una vez más al reto de resistir largas jornadas de caminata, ampollas, calambres, sol y lluvias durante nueve y seis días respectivamente.
María Ester Elizondo, encargada de la coordinación del grupo de San Vito, comentó que este año saldrán un día antes de lo usual, para partir en dos una de las etapas más fuertes.
De esta forma, el jueves 24 de julio caminarán desde San Vito hasta Sabanilla, un trayecto de tan solo 16 kilómetros que iniciarán en horas de la tarde. Van a descansar algunas horas por la noche y seguirán el recorrido durante la madrugada, hasta llegar al río Térraba.
En total este grupo deberá completar 271 kilómetros para llegar hasta donde La Negrita.
Otro de los tramos considerados como "duro" es el que va desde Pérez Zeledón al kilómetro 100 en el cerro de la Muerte.
Según Elizondo, este año hay inscritos unos 80 romeros, pero la cifra se incrementa pues muchos se suman al grupo poco antes de partir.
Para hacer la travesía cuentan con toda una logística y piden una cuota de ¢40.000 para hacer frente a los gastos de alimentación, combustible de los camiones y carros que dan asistencia y colaborar con los albergues.
El grupo lleva seis terapeutas, apoyo de la Cruz Roja y hasta un médico.
Por su parte, los romeros de Tilarán alistan su salida para el próximo domingo 27 de julio a las 5 a.m.
Ellos, según comentó María Rosa Ulate, una de las organizadoras, caminarán durante seis días.
A la fecha tienen cerca de 40 personas "apuntadas" para hacer la romería de 210 kilómetros.
Ulate, quien tiene cinco años de realizar la caminata, comentó que la etapa más difícil es el día que caminan desde el Palenque Garabito –en Puntarenas– hasta San Ramón, es decir la pasada del cerro Cambronero.
La organización también pide contribuciones a los caminantes y reciben apoyo de comerciantes quienes les ayudan con parte de los víveres que deben transportar para alimentar a los fieles.
Ambos grupos esperan llegar a la Basílica el próximo 1° de agosto.