La planta geotérmica Pailas, ubicada en las faldas del volcán Rincón de la Vieja, empezará a producir energía en abril del 2011.
La central, propiedad del ICE, tiene 35 megavatios de capacidad instalada y generará la electricidad necesaria para abastecer a unos 95.700 hogares.
Actualmente las obras tienen un avance del 75%.
“Estamos trabajando en la casa de máquinas, la subestación, las líneas de transmisión, la construcción de los ductos de vapor y la estación separadora, que son los grandes componentes de la estructura”, declaró Luis Diego Pérez, director del proyecto.
El desarrollo de la planta está a cargo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y tiene un costo de $160 millones. La financia el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El complejo geotérmico ocupa una área de 10 hectáreas y comprende 14 pozos, de los cuales 12 están perforados.
Siete son pozos productores; por ellos se extrae el vapor y agua que, luego, al hacer contacto con un combustible llamado pentano, permite poner a girar las turbinas.
Los otros siete son reinyectores y se usan para devolver el agua, una vez que ha entregado su energía. Este proceso de reinyección evita contaminar el medio ambiente, ya que la salmuera no queda sobre la superficie terrestre y, además, permite realimentar el reservorio geotérmico, explicó Pérez.
Menor impacto. Entre las bondades de Pailas destacan los pozos direccionales. Esto es que desde el punto donde se halla el equipo de perforación se puede excavar hasta un kilómetro lateralmente.
Joaquín Guerrero, ingeniero a cargo de la perforación, indicó que esta técnica tiene menor impacto ambiental pues requiere una área inferior de tierra y usa menos tuberías (desde un mismo punto se pueden extraer el vapor de tres o cuatro yacimientos).
En la planta geotérmica de Miravalles, la primera construida en el país, las perforaciones son verticales. Por cada pozo hay una plataforma que cubre una hectárea.
“En Pailas tenemos cinco sitios para 14 pozos. Hay menos área afectada”, dijo Guerrero.