Con apenas tres semanas en la presidencia de la ANDE, Gilberto Cascante encabezó, la semana pasada, una manifestación sindical en contra del anteproyecto de ley de empleo público del Gobierno.
Así, confrontativo y de lucha, es el estilo que promete el nuevo líder de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), quien asumió ese puesto el 1.° de febrero.
“Yo tiro el golpe y después espero la respuesta. Es importante para mí que la gente vea que la ANDE no está aquí para el Gobierno, sino para sus asociados”, manifestó el sindicalista.
“Mi gestión es una mucho más ejecutiva (que la anterior). Yo quiero ser más rápido en la toma de decisiones. Quiero una organización más asertiva y más agresiva con respecto a algunas políticas económicas y educativas impuestas por los ministerios de Trabajo y Educación”, agregó.
Según Cascante, los derechos laborales del sector educativo serán la prioridad de su gestión.
Además, reiteró la urgencia de alcanzar la unión sindical para hacerle frente al anteproyecto “de eliminación de pluses salariales”, y asegura que este frente común lo promueve la organización que encabeza.
Pese a ello, el dirigente asegura que intentará mantener la línea de apertura y diálogo con el Ministerio de Educación Pública, al considerar esa alianza como indispensable para alcanzar acuerdos y beneficios para los agremiados.
Justamente el miércoles tuvo la primera reunión con el ministro de la cartera, Leonardo Garnier.
Cambios internos. A Cascante le corresponderá consolidar la transformación de la ANDE en sindicato, proceso que ya dejó encaminado su predecesor.
En diciembre, la Asamblea Legislativa aprobó un cambio en la ley constitutiva de la Asociación que permitirá un modificar su la naturaleza jurídica.
Previo a concluir el proceso ante el Ministerio de Trabajo, deberán aprobar nuevos estatutos.
Cascante aseguró que uno de los cambios será permitir la incorporación de trabajadores de la educación que no sean docentes.
Esto sumará afiliados a los 55.000 que ya tienen y la hacen una de las organizaciones gremiales más grandes del país.
El educador hereda el puesto de Alexánder Ovares, quien mantuvo una relación cordial con las autoridades de Educación, a diferencia de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), que incluso demandó al Ministerio de Educación (MEP) ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Cascante tiene 20 años de laborar en el campo de la educación, 18 de ellos en la Escuela del Hospital Nacional de Niños, donde se desempeña actualmente como terapeuta de lenguaje. Asimismo, tiene 18 años de pertenecer a la filial de Educación Especial de la ANDE y hace tres años fue nombrado representante de esa filial ante la Directiva Central.