Oxidación prematura, problemas mecánicos y un deterioro anticipado. Este es el diagnóstico de 20 mesas de cirugía que la CCSS adquirió en febrero del 2013 y que en menos de dos años empezaron a presentar daños.
En total, la Caja invirtió $1,2 millones en las mesas de operación Steris, fabricadas en Francia. Los equipos tienen un sistema articulado, giratorio, además de un control remoto para subirlas o bajarlas y para ajustar las piernas del paciente.
Los artefactos, valorados cada uno en $58.000, en promedio, fueron comprados a Meditek, representante de Steris, en un trámite que se inició en el 2009.
Así, se tardó más en la compra que el tiempo que les pudieron sacar provecho con tranquilidad los cirujanos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Los artículos fueron entregados entre junio y julio del 2013, de acuerdo con el contrato N.° 2013-000001 firmado en febrero de ese año y refrendado por la Contraloría General de la República, la cual exigió que fueran de acero inoxidable para evitar la corrosión por el derrame de líquidos.
Su destino: ocho centros médicos del país que presentaban carencia de este equipo, en vista de que las mesas donde se practicaban las operaciones ya tenían entre 15 y 28 años de uso.
Los centros que recibieron las mesas son: el Hospital Nacional de Niños (4); el México (1); el Calderón Guardia (5, incluida una especial para pacientes con sobrepeso); el Monseñor Sanabria, Puntarenas (4); el Tony Facio de Limón (2); el Enrique Baltodano de Liberia (2), el Carlos Valverde Vega, de San Carlos (1) y la Clínica Solón Núñez (1).
Sin embargo, no pasó un año luego de entregadas, antes de que empezara a haber quejas por su oxidación. La primera incidencia reportada se registró en el Hospital México, en febrero del 2014.
Desde entonces, los reportes, lejos de disminuir o controlarse, han aumentado.
Molesto por los inconvenientes, el médico encargado del equipo, Julio Montero Ubisco, se limitó a explicar que había pedido que se llevaran el aparato recibido, pues presentaba problemas.
En la Dirección de Equipamiento Institucional (DEI), de la Caja, un expediente de cinco tomos resguarda las incidencias del proceso, que ha generado más dolores de cabeza que soluciones, siendo la última opción la exigencia de cambio de los equipos.
La Nación solicitó a varios centros médicos permiso para fotografíar las camas, pero al cierre de edición no hubo respuesta.
Reclamo. El director de la DEI, Marvin Herrera, explicó que están en el proceso de solicitud de cambio del equipo. No obstante, el proveedor, Meditek, quiere hacer más análisis para determinar las causas de lo que consideran una oxidación prematura.
Asimismo, Meditek ha insistido ante la Caja en que pueden solucionar los problemas a través de la garantía.
La empresa asegura que se están realizando las pruebas técnicas necesarias para determinar las causas de los daños.
“Meditek ha garantizado de forma responsable que los equipos reciban los tratamientos especiales y los ciclos de mantenimiento, desde el primer reporte correctivo recibido el 19 de febrero del 2014”, explicó la gerenta de mercadeo, Katherine Manzur .
Las camas no solo presentan oxidación, sino también problemas mecánicos, derrames de aceite y mal funcionamiento de piezas en algunas de ellas.
En el caso del equipo del Hospital México, la única mesa que recibió fue retirada completamente, ya que el personal médico consideró que no era segura.
La Caja exigió el cumplimiento de la garantía y la reposición de los artículos en el oficio AGE-DEI-0504-2015, del 22 de setiembre. En el documento señala que, desde el 27 de agosto del 2014, en el oficio AGE-DEI-0125-2014, se planteó el cambio de las partes oxidadas “sin que haya llegado a concretarse dicho cambio”.
Allí, la DEI advierte de que el problema “es de calidad en los materiales y diseño de los equipos”, y que “no se tiene la certeza de la existencia (actual y futura) de repuestos, accesorios y partes para las mesas”.
”La CCSS adquirió las mesas con una expectativa de vida útil de siete años o más, pero, por el ritmo que lleva, el periodo sería mucho más corto”, dice la nota.
Luego de más de año y ocho meses de conversaciones, reparaciones parciales y cruces de notas en las que se garantiza el mantenimiento, el problema persiste.