Entre los relatos de las luchas laborales en Costa Rica, las mujeres quedan ocultas en el silencio o solo representadas mediante líderes como Carmen Lyra.
Ante esa sombra, la historiadora Virginia Mora enfatiza en lo necesario de “desmitificar la idea de la supuesta pasividad femenina en la historia costarricense”.
En el artículo “Las luchas de las obreras urbanas en Costa Rica”, publicado en la Revista Nueva Sociedad , Mora recuerda cómo el periódico Hoja Obrera , en 1910, expresa: “la obrera, más explotada que el hombre, está más obligada a la unión”.
Esa unidad procuraba generar protestas por salarios más justos ya que, por lo general, la remuneración de la mujer, además de baja, era inferior a la del hombre.
Es así como costureras, obreras de fábricas, trabajadoras del servicio doméstico, lavanderas, entre otras, formarán parte de las luchas para exigir a los patrones condiciones más equitativas y que siguen en deuda en el siglo XXI.
Las denuncias actuales indican desigualdades salariales, jornadas superiores a 8 horas, hostigamiento sexual, falta de seguro social y discriminación.
Marchas. En 1920 hubo un importante movimiento huelguístico de trabajadoras de la fábrica de cerveza Traube, las costureras y las cigarreras: todas luchaban por mejores salarios.
En la primera celebración del 1.° de mayo (1913), los trabajadores hicieron una visita al cementerio, en honor a cuatro obreras ticas que habían muerto en 1912 tras una explosión de pólvora en una fábrica.
Con las flores que llegaron a las tumbas, los trabajadores, liderados por Carmen Lyra, exigieron que los patronos mejoraran las condiciones de seguridad y fueran más justos con las mujeres.