La empresa española Movistar denunció al ICE ante la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) por “prácticas anticompetitivas” manifiestas en dos promociones del servicio prepago.
En la demanda planteada el martes, Movistar pide, como medidas cautelares urgentes, suspender de inmediato las ofertas “Chip extremo” y “Chip SMS extremo”, vigentes desde el 29 de noviembre.
En esas se ofrecen bonos de bienvenida y luego por recargas a quienes adquieran el chip Kölbi. El beneficio es solo para llamadas y mensajes enviados dentro de la red del ICE o fuera del país. La promoción rige por seis meses.
Telefónica (Movistar) alega que en dichas propuestas el precio por minuto al usuario final está muy por debajo del precio mayorista; es decir, lo que debe pagar al ICE por la terminación de llamadas o mensajes de texto en esa red.
Esto deja a Movistar sin posibilidades de competir en ese segmento, lo cual constituye una barrera de entrada para los nuevos operadores, alega la firma española.
En criterio de Movistar, lo anterior pone en peligro garantías constitucionales como las libertades de competencia y de empresa, y el derecho de los consumidores de gozar de una apertura efectiva en el mercado de las telecomunicaciones.
Movistar solicitó también prevenir al ICE para que se abstenga de lanzar ofertas de este tipo.
Pese a la actuación rápida pretendida por Movistar, Maryleana Méndez, presidenta del Consejo de la Sutel, afirmó ayer que aún no tenía conocimiento de la denuncia.
Explicó que en estos casos ese órgano revisa la denuncia para definir su admisibilidad. Luego la traslada a la Comisión para la Promoción de la Competencia para que este órgano emita un criterio, con base en el cual se resuelve.
Hasta ayer, la queja tampoco la conocía el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), según indicó el gerente de Clientes, Jaime Palermo. “En caso de que la Sutel nos notifique oficialmente, responderemos lo que corresponda”, expresó.
Según los cálculos de la firma española, en el caso de “Chip extremo voz”, un usuario que dedique su saldo total a llamadas locales podrá hablar hasta 221 minutos y solo habrá pagado ¢1.500, pues el ICE le otorga un bono inicial de ¢6.000, para un monto disponible de ¢7.500.
Si se dividen esos 220 minutos por los ¢1.500 que pagó el cliente, cada minuto le cuesta ¢6,8. Esto es unas cinco veces menor al precio máximo fijado por la Sutel de ¢34. Además, esa tarifa es tres veces menor a la cuota de interconexión establecido en ¢17,95 por minuto.
Para la demandante, estos planes suponen un incentivo muy fuerte para que el consumidor que lo compre “prácticamente se adhiera al ICE durante el período que cubre la promoción”.
En una nota de prensa, Movistar arguyó que su queja pretende que las condiciones de competencia en el mercado de telefonía móvil –recientemente abierto– sean equitativas y que los consumidores pueden beneficiarse de una competencia real y perdurable en el tiempo.
Entre tanto, el director de Claro Costa Rica, Ricardo Taylor, aseveró desconocer la denuncia, por lo cual prefería no opinar.
Consultado sobre si esas ofertas afectan a su compañía indicó: “Claro vino al mercado de Costa Rica a competir de verdad, con ofertas muy competitivas, a precios nunca vistos por el costarricense”.