El MOPT está contra el tiempo y lo sabe. Le quedan cinco meses para abrir un camino de lastre por el que pase la maquinaria pesada que construirá la nueva terminal de contenedores en Moín (TCM).
Esa ruta es un compromiso del Gobierno con la firma holandesa APM Terminals, responsable de levantar el puerto, valorado en $1.000 millones, aproximadamente.
La necesidad de este camino trascendió en la prensa desde julio del 2011, pero hasta ahora corren los responsables en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes.
José Chacón Laurito, viceministro de Obras Públicas, reconoció que están contra el tiempo, pero esperan cumplir con el requerimiento antes de octubre, cuando está previsto que se dé la orden de inicio de la TCM.
El problema es que ni siquiera se han adjudicado las obras.
José Luis Salas, director del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), confirmó que ya enviaron a la Contraloría una solicitud para realizar una contratación directa concursada. Este procedimiento es más expedito que una licitación pública ordinaria. Empero, el ente contralor aún no resuelve.
Además, el camino exige dos puentes lanzables (tipo bailey ), cuyo concurso saldría apenas esta semana. Se trata de estructuras metálicas con capacidad para resistir carga pesada que se colocarán sobre el cauce del río Blanco.
Por último, falta que se firme un decreto de interés público que permita la tala de una zona boscosa en ese sector de Moín. Se desconoce el área que sería intervenida.
Chacón confió en que el decreto esté firmado en los próximos días.
Preocupación. El temor de que el camino en lastre no esté a tiempo para dar el banderazo de salida a TCM ya había sido advertido desde febrero pasado por Allan Hidalgo, presidente de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
Así consta en una nota enviada a Chacón Laurito, en la que se reitera que el camino es un compromiso del Gobierno con el proyecto de concesión portuaria.
De acuerdo con José Chacón, la ventaja que tienen en este momento es que podrán utilizar un camino de lastre que también necesitará Recope para la construcción de la refinería en Moín.
Eso recortaría el tramo por construir a 1.200 metros.
El viceministro estima que si no hay más contratiempos, podrían dar el banderazo de salida de la obra a finales de julio. Además, estimó que el tiempo de construcción demandará de 60 a 70 días.
Allan Hidalgo agregó que si el plan del MOPT no se concreta, la alternativa de emergencia sería que la maquinaria del Ministerio y de Japdeva asuman la construcción.
El problema es que no cuentan con una concesión para explotar materiales de un tajo para realizar el camino.