Édgar Gutiérrez, jerarca del Ministro de Ambiente y Energía (Minae), está a favor de aprobar un reglamento que permita la quema de desechos sólidos para generar energía eléctrica.
Esa normativa existe. Fue elaborada por un consejo técnico y aprobada por el Ministerio de Salud, pero le hace falta el visto bueno del Minae para que sea ratificada (o no) por el presidente de la República.
Gutiérrez aseguró que, de no encontrar ningún error en el texto, entre hoy y mañana miércoles estaría avalando las reglas. Una vez que eso suceda, se levantará la moratoria –que rige desde junio del 2014– para la coincineración de basura.
Uno de los elementos que pesaron para que el Poder Ejecutivo anterior decretara esa prohibición fue la falta de conocimiento en el país sobre esa técnica, así como la carencia de controles ante posibles daños a la salud pública, contaminación o emisión de gases tóxicos.
“La moratoria se estableció hasta que no se tuviera el reglamento que normara la actividad”, recordó Gutiérrez.
Varios municipios consideran que la coincineración es una posibilidad atractiva para captar ingresos y resolver el caos con la disposición final de los desechos.
Aval de Sala IV. Hace dos semanas, la Sala Constitucional rechazó un recurso en contra de la moratoria que presentó el diputado Juan Marín, del Partido Liberación Nacional.
Al dictar sentencia, los magistrados confirmaron la potestad del Poder Ejecutivo de impedir esa técnica.
Mauricio Álvarez, representante de la agrupación ecologista Fecon, aplaudió la decisión de la Sala y opinó que la crisis de la disposición final de desechos debe combatirse con proyectos serios de reciclaje, por ejemplo.
Agregó que no considera que el negocio de la coincineración sea viable y positivo para los municipios y sus abonados.
Tanto Gutiérrez como Fernando Llorca, ministro de Salud, dejaron claro que se aprobará este método siempre y cuando cumpla con la Ley Integral de Residuos Sólidos (8.839) y que se incentive la reutilización y el reciclaje.
“Conceptualizamos el incorporar estas tecnologías siempre que respeten el principio, primero, de reducir el uso de desechos (...). Si nos abocamos solo a generar energía con incineración, es un incentivo perverso para que generen más basura.
Lo ideal es reducir la cantidad de basura que generamos y, si al final hay un remanente y lo incineramos, bienvenido; el Ministerio apoyará ese tipo de proyectos”, manifestó Llorca. Colaboró Ángela Avalos