Difícil hallar un rincón de Costa Rica donde no aparezca un vendedor de lotería o chancero que en esta época, como en ninguna otra en el año, lleve en el bolso o el delantal la suerte, las ambiciones y los sueños de cientos de miles de jugadores.
Oficialmente, la Junta de Protección Social (JPS) tiene registrados 1.967 vendedores activos. De estos, 838 son mujeres y 1.129 hombres. Aparte, debe haber un número grande de comerciantes no autorizados, que reciben de mano en mano los chances y la lotería.
En el pasado, en la fuerza de ventas pesaban los adultos mayores, para entonces el promedio de edad era de 60 años. Sin embargo, los perfiles comenzaron a cambiar y gente con menos edad se ha incorporado a este oficio, actualmente la edad promedio es de 48 años.
Según la Junta, el interés de la venta de lotería se intensificó en los últimos meses con el llamado “acumulado”. “Hay un antes y un después del acumulado”, aseguró Evelyn Blanco, gerenta de Producción, Comercialización y Operaciones.
Aunque hay algunos que han trabajado desde que eran niños, cuando acompañaban a sus padres, los de registro más antiguo son tres que se incorporaron en 1980. El último lo hizo apenas el 31 de octubre.
Ventas y capacidad económica
La Junta reconoce que ha hecho cambios en los requisitos de las personas a las que se les dan cuotas de loterías.
“La institución necesita una fuerza de ventas robusta, porque si tenemos una fuerza debilitada, implica problemas para vender, y no podríamos generar utilidades para atender los más de 430 programas sociales”, afirmó en referencia a instituciones como hogares para atención de adulto mayor, cuidado paliativo o de atención médica, entre una larga lista.
Ahora, los requisitos fundamentales son experiencia en ventas, y, sobre todo, tener la capacidad económica para pagar la cuota de lotería. Normalmente, se entregan 100 números, por los cuales hay que pagar ¢1 millón.
En situaciones excepcionales, se dan cuotas de 50 números. “Se entregan los extremos para que tenga altos y bajos, también los centros, donde también hay altos y bajos, porque si dábamos la mitad, o solo tendría números altos o solo bajos, la idea es que sea más uniforme”, explicó.
Ante estos nuevos requerimientos, es muy pequeña la cantidad de vendedores bajo la figura de “situación socioeconómica”, orientada a respaldar con trabajo a personas con discapacidad o adultos mayores en pobreza.
“En los últimos tiempos, se han invertido los números. En este momento, prácticamente el 91% de nuestros contratos son para personas con condición económica y con experiencia en ventas. El 9% por la parte socieconómica”, confirmó la funcionaria.
Todos tienen un margen de ganancia del 12% sobre las ventas.
Vendedores oficiales
Junta de Protección Social
FUENTE: JPS. || J.C. / LA NACIÓN.
Otro cambio que ha experimentado la actividad de venta de lotería son los llamados socios comerciales, que son microempresarios que tienen puesto fijo, ofrecen medidas de seguridad y cambio de premios.
“La experiencia es que las ventas solas no generan tráfico. Hay que tener cambio para que la gente cambie la lotería y adquiera más productos. Esas estructuras las enfocamos a socios comerciales, que tienen tecnología: computadora, impresora de venta, lector, para que todo el cambio se haga en línea y tiempo real, para que quede registrado”, explicó.
Para ser socio comercial, hay que tener al menos ¢5 millones para asegurar el cambio de premios.
Los premios más grandes; sin embargo, se cambian en la sede de la Junta o en el Banco de Costa Rica.
Para este sorteo extraordinario de Navidad, la Junta decidió aumentar los premios, pero para hacerlo había que aumentar el costo de la lotería.
Cada fracción cuesta ¢2.500 y de salir premiado con el mayor, el portador recibirá ¢50 millones. Por un entero del premio mayor se pagarán ¢2.000 millones.
Además, ofrecen rifas semanales con la activación de las fracciones que se compren. Los que participen pueden ganar dinero o entradas para la noche del sorteo con medio entero en la mano.
“Tenemos un gordito bien regalón, pero motivamos a que compren con tiempo”, concluyó Blanco.