El descuido en que se encuentra el acueducto La Amapola, en El Roble de Santa Bárbara de Heredia, provoca que un grupo de vecinos de esa zona reclamen el control de esa naciente.
Para los lugareños, la Municipalidad incumple con el mantenimiento del activo, sin que se haga visible el interés en mejorar la situación en el corto plazo. Por eso, desde hace dos años formaron un comité vecinal para tomar control de este recurso.
“La Amapola está en un completo descuido. El municipio sigue sin cambiar las tuberías de asbesto por unas de hierro; no hay malla perimetral ni protección de las captaciones de agua”, dijo Ronald Salas, vecino de esa comunidad herediana.
Los pobladores llevaron el caso ante el Juzgado Contencioso Administrativo, para que sea en esa instancia que se defina la futura administración del acueducto que, según los vecinos, opera desde hace 45 años.
“Lo que pasa es que el alcalde no está dispuesto a ceder la administración porque ahí hay intereses”, manifestó Wálter Alfaro, miembro de la asociación de desarrollo de la comunidad.
Atado a préstamo. El alcalde de Santa Bárbara de Heredia, Melvin Alfaro, explicó que no puede ceder el acueducto debido a que lo ata un préstamo con el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) por ¢1.800 millones, para realizar mejoras en todos los acueductos del cantón.
“Para mí, sería mejor que hagan una Asada, pero tenemos el préstamo y, además, recursos municipales que destinaremos a las mejoras. Desde el lunes empezaremos a hacerlas”, afirmó el alcalde Alfaro.
Dentro de las inversiones futuras en La Amapola, Alfaro señaló que canalizarán las aguas pluviales, repararán los tanques de captación, solucionarán el problema de fugas de agua, pintarán y colocarán portones y sellos para garantizar la seguridad del acueducto.
La organización vecinal denuncia que la Municipalidad carece de buena administración. En total, 33 nacientes abastecen Santa Bárbara, Alajuela y San Antonio de Belén.