El reloj marcaba las 11:21 a. m. del 18 de mayo, cuando Henning Jensen Pennington asumió la Rectoría de la Universidad de Costa Rica (UCR). Antes ocupó el puesto de vicerrector de Investigación, hasta que la entonces rectora, Yamileth González, decidió separarlo por “deslealtad”. Hoy, Jensen asegura que dado “su amor por la U”, recobró la armonía con González, pero que ha encontrado algunos problemas en su gestión.
El olor a barniz de despacho recién estrenado reinó durante la hora de entrevista con el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Henning Jensen.
Tranquilo pero cauteloso, el sucesor de Yamileth González relató cómo encontró el alma máter hace cinco meses, cuando llegó a la silla de la Rectoría, al obtener 803 votos de 1.899 emitidos.
El filósofo y psicólogo social explicó además algunos de los proyectos que espera desarrollar en su gestión, entre los que se encuentran cambiar el sistema de admisión, de manera que también tengan cupo estudiantes de menores recursos.
Yamileth González dijo que le había dejado una universidad sólida y fortalecida ¿Fue así?
Es una universidad sólida y fortalecida, pero tiene algunos problemas. Tengo que decirle que hemos encontrado una Rectoría que comprometió el presupuesto de la partida de Servicios especiales, a través de una contratación muy grande de personas.
¿Cuán comprometido?
En su totalidad. El presupuesto inicial fue de ¢2.200 millones, y el 29 de febrero la Rectoría solicitó un refuerzo en la partida por ¢200 millones y luego ¢100 millones más (...). Esto significa una libertad de maniobra muy limitada para el resto del año.
¿A quiénes afecta este compromiso?
A todas las unidades académicas puesto que esta partida es un ‘colchón’ para atender necesidades que surgen durante el año.
¿Por qué se comprometió tanto este presupuesto?
Eso habría que preguntárselo a Yamileth González (risas).
¿Usted no conversó con ella sobre este tema, dado que atañe directamente a la Rectoría?
Esto es un tema que nos encontramos ya cuando estamos ejerciendo la administración.
”La Universidad es sólida y se pueden sacar las tareas adelante, pero eso ha sido un problema en Rectoría”.
¿Qué otras decisiones de la Rectoría anterior implican corrección?
Yo no diría que hay errores explícitos, sino diferencias de criterios sobre cómo debe ser conducida la Universidad.
¿En qué temas?
Me interesa llegar a una relación más cercana y a una mejor articulación con las unidades académicas (...). Hay informes de la Contraloría Universitaria de que hay proyectos de Rectoría que a la fecha no tienen los resultados esperados.
¿A qué proyectos se refiere?
Estos son la Academia Cisco (sobre tecnología) que hay que reestructurarla porque estaba tomando vida propia, y la U Digital, que es un proyecto de Rectoría, que tiene una cantidad de trabajos contratados a empresas privadas,cuyo producto final no está terminado.
¿Quiénes le han puesto trabas en estos meses de gestión?
No podría identificar individuos puntuales; mi obligación es persuadir para trabajar en equipo. Estamos en un proceso de acomodarnos y de generar nuevos consensos.
¿Cómo evalúa su relación con el sindicato (Sindeu)?
Tengo una buena relación con ellos; sin embargo, representamos posiciones diferentes. El problema ha sido la negociación salarial; con ellos lo que hacemos es negociar.
Dentro del plan de regionalización, usted menciona la necesidad de incorporar nuevas carreras, ¿de qué tipo y para cuándo?
Quiero que las sedes regionales estén en capacidad de desarrollar carreras de pertinencia nacional.
”Se está pensando una carrera de ciencias náuticas que podría estar en Limón o en Puntarenas. Para ello, las sedes me tienen que entregar planes en un mes y medio”.
¿Qué tipo de política le garantizará acceso a la población más vulnerable del país?
Hemos desarrollado un modelo complementario de admisión. Vamos a aplicar nuevos modelos de admisión, enfocados en las aptitudes, y vamos a desarrollar un programa de preparación para el ingreso a la Universidad; desde ya estamos con medidas de impacto para favorecer los sectores más pobres.
¿Cómo cuáles medidas?
Una de las primeras medidas fue aumentar la cobertura que se les da a los becados en alimentación, que representó una inversión de ¢ 60 millones y hemos mejorado el monto de becas en un 40%.
¿Responde el cambio de planes en admisión a la deficiencia en la educación pública secundaria?
Exactamente; el examen se concentrará en el potencial del estudiante y no solo en el rendimiento.
Más allá de la deuda educativa, ¿qué más le debe el Gobierno a la Universidad de Costa Rica?
Necesitamos que el Estado sea el generador de mayores proyectos científicos y tecnológicos. Tenemos un Ministerio de Ciencia y Tecnología muy debilitado en la capacidad económica para gestar el tipo de desarrollo que se requiere.
¿Cuál es su mejor forma para comunicarse con los estudiantes?
He tenido reuniones masivas con ellos. Los estudiantes tienen su dinámica, y debe existir una actitud de respeto y escucha; se le ha restado espacios a la juventud y se criminaliza todo aquello que se desvíe de los cánones establecidos.
Con respecto a su apoyo al fotocopiado, ¿cómo ha reaccionado el sector empresarial?
Hace algún tiempo me amenazaron con demandarme y llevarme a los tribunales.
¿Quiénes?
(Risas) La Cámara Costarricense del Libro, pero ya cambiaron su posición y ahora aprueban el fotocopiado con fines académicos. En el pasado me amenazaron y eso ha sido grosero e impertinente.
¿Es usted un rector con enfoque empresarial?
Soy un rector con enfoque humanista, idealista y razonable y sé que una de las cosas que tenemos que darle a la Universidad es la posibilidad de aportar al desarrollo económico del país.
¿Cómo quiere ser recordado al finalizar su gestión?
Espero ser recordado como una persona que llegó a la Universidad de Costa Rica a plantearse la reforma académica que esta casa de estudios requiere.
¿Le alcanzarán estos cuatro años para cumplir con sus metas o requerirá de otro periodo?
Eso lo decidirá la comunidad universitaria; pero también le doy importancia a mis proyectos personales y familiares.