Carla Silva, de 18 años, retornó a un centro educativo luego de nueve años de ausencia.
Esta joven aprovechó la apertura, el mes pasado, de una escuela en el poblado Delta Costa Rica, en Sarapiquí, Heredia, frontera con Nicaragua.
Ella se inscribió en segundo grado, nivel que debe ser cursado por niños de ocho años.
Silva dijo que completó el primer grado en su natal Nicaragua, pero sus padres decidieron mudarse a nuestro país, por lo que interrumpió sus estudios.
“En la comunidad donde vivimos no había escuelas cercanas, por eso no estudié durante nueve años.
”Si bien soy la mayor del grupo, tengo la misma ilusión de aprender que la de un niño de primer grado”, expresó.