Cerca del 30% de niños que nacen en el país con una cardiopatía congénita deberían ser operados antes del primer año de vida.
Así lo establece el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa). Sin embargo, en el Hospital Nacional de Niños solo se llega a la mitad de esa cifra.
De acuerdo con un estudio del Inciensa, de 467 niños nacidos con algún mal del corazón durante el 2010, solo 65 (13,9%) pasaron por el quirófano.
Las estimaciones del Inciensa indican que ese año debieron ser operados 130 infantes.
No se obtuvo el criterio del director del Hospital, Rodolfo Hernández, pues alegó desconocimiento de los datos del estudio. No obstante, esa entidad demostró que sí presentó los hallazgos.
En la exposición estuvo presente Ana Morice, exviceministra de Salud y directora técnica del Inciensa.
Dicho sistema ubica los distintos procedimientos quirúrgicos en una escala de 1 a 6, según su complejidad. El método lo usan países europeos y americanos.
Basados en el RACHS, el Inciensa halló que en la cirugía llamada tetralogía de Fallot (obstrucción en la válvula pulmonar que evita el paso de la sangre a la arteria pulmonar), el Hospital tuvo en el 2009 una mortalidad del 50%.
Pese a que dicho centro reporta para ese año y para ese procedimiento una mortalidad del 33%, ambas cifras sitúan el país muy por encima de la mortalidad esperada, que es de solo el 2,3%.
Para la categoría 1 de RACHS (cirugías menos complejas pero con más pacientes) la media de espera para una intervención superó los ocho meses. El indicador de la mayor espera registrada fue de 198 meses (16,5 años).
En términos generales, la media de edad para una cirugía cardíaca en el 2010 en el Hospital fue de siete meses, mientras el promedio de edad de fallecimientos poscirugía fue de 2,5 meses.
Actualmente, el Hospital Nacional de Niños tiene cerca de 100 menores en lista de espera para una cirugía al corazón.