No es lo mismo asistir a un Hogar Comunitario que a un kínder privado o una guardería de una organización sin fines de lucro.
Sin embargo, todas las modalidades son componentes clave de la Red Nacional de Cuido y Desarrollo Infantil (Recudi).
Por ello, la Secretaría Técnica de la Recudi elaboró una guía con lineamientos básicos en términos de infraestructura y atención, pero también de pedagogía, que se entregará en los próximos meses.
“Nosotros no partimos de cero. Hay alternativas que vienen trabajando con sus distintas intervenciones, desde hace muchisísimos años, en estimulación, alimentación y aprendizaje”, indicó Isabel Brenes, viceministra de Bienestar Social y Familia y directora ejecutiva de la red.
Las nuevas alternativas que se sumen tendrán que atender, durante al menos 10 horas, por ejemplo, para contemplar la jornada laboral de la mujer y el traslado.
Aunque el objetivo principal del proyecto es facilitar la inserción laboral de las mujeres, también es una gran oportunidad de incidir en el desarrollo cognitivo de niños en desventaja social.
La tarea de vigilar los estándares educativos se le encomendó a Vilma Contreras, directora de Desarrollo Infantil.
“Hay aspectos fundamentales para apostarle al desarrollo infantil: la extensión de los horarios, los modelos de infraestructura, la alimentación. Pero hay un elemento fundamental, que es el perfil de profesional, que es un elemento que encarece mucho los servicios”, señaló Contreras.
“Investigaciones del BID y el Banco Mundial señalan que la intervención en niños de temprana infancia tiene que ser altamente significativa. Si no, ocasionamos el efecto contrario”, agregó Brenes.
Por ahora, no todas las alternativas de cuido tienen profesionales formadas en educación preescolar, por lo que han apostado a dar capacitación técnica a quienes tienen experiencia, pero poca teoría.
El Instituto Nacional de Aprendizaje incluso abrió un curso para mujeres con este perfil.
La guía de atención también trae muchos ejemplos y recomendaciones para promover la estructura y el aprendizaje lúdico a través del juego con una intención.
Por otro lado, se ha tratado de fomentar la incursión de maestras desempleadas en la creación de centros de atención integral.