El Gobierno quiere acelerar la introducción del gas natural en el país como un sustituto del diésel para la generación eléctrica.
Asimismo, se valora su uso para otras actividades como el transporte público y de carga.
Ese interés por darle prioridad a esta alternativa energética quedó plasmado en un acuerdo del Consejo Subsectorial de Energía del pasado 2 de mayo.
Ese comité acordó solicitarle al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) completar los análisis necesarios para valorar los impactos de la introducción del gas natural en la generación de electricidad.
El informe deberá rendirlo en un plazo no mayor de dos meses.
Al ICE también se le pidió continuar con el plan para convertir el complejo térmico de Moín a ciclo combinado. Esta sería la primera etapa “para la posible incorporación del gas natural como combustible de generación en esa planta”.
Un estudio contratado por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y el ICE, determinó que el uso del gas natural aquí es factible y generaría rentabilidad si se utilizara como sustituto del diésel en la planta térmica de Moín.
No obstante, implementar el plan pasa por una inversión inicial de $75 millones en la construcción de una terminal y una planta de regasificación en Limón.
René Castro, ministro de Ambiente Energía y Telecomunicaciones (Minaet), explicó que el gas natural es una transición menos mala que la térmica y el pago de la inversión es muy rápido.
“Además, cómo justificamos seguir quemando diésel y búnker si tenemos una alternativa con grandes ventajas”, explicó.
El Consejo le solicitó al ICE y a la Refinadora trabajar en una propuesta para introducir el producto y tener un cronograma de trabajo.
Gilberto de la Cruz, director del Centro Nacional de Planificación Eléctrica del ICE, explicó que, entre otras cosas, hay que determinar cuál es el precio a pagar por el gas natural, que deberá importarse, y si las cantidades requeridas por el Instituto realmente justifican la inversión requerida.
“El gran consumidor y a la vez disparador para introducir el producto al país sería el ICE”, aseveró.
El funcionario no descartó que la planta térmica Garabito, en Montes de Oro de Puntarenas, se convierta a gas natural.
Sin embargo, explicó que la prioridad será la planta de Moín, la cual funciona a base de diésel, que es mucho más caro que el búnker utilizado por la térmica de Garabito.
El gas natural es más limpio y barato que los derivados del petróleo. Produce un 30% menos de dióxido de carbono (CO2). Es un producto de alta volatilidad y se importaría licuado.