27/10/12. Arreglos en la General Caas, sector de los Arcos. foto: adriana araya. (Adriana Araya)
Son gigantes de concreto, cada uno pesa 20 toneladas y desde ayer están llegando a la General Cañas.
Se trata de los 18 arcos para la alcantarilla abovedada con la que el Conavi pretende controlar las destructoras aguas de la quebrada La Guaria, en Belén de Heredia.
El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) aprovechó el fin de semana para traer desde Quepos de Aguirre, Puntarenas, cada uno de los arcos de la alcantarilla de 52 metros de longitud que cruza los seis carriles de la autopista.
Cada uno de los arcos mide 5,8 metros de alto y 7,5 metros de ancho; se colaron en la planta de proceso de ADB Consultores y venían en plataformas de tráiler con advertencia de carga ancha.
Los primeros nueve salieron ayer a las 2 a. m. del Pacífico sur y arribaron a Belén a las 6 a. m. Los otros nueve llegarían hoy.
José Luis Salas, director ejecutivo del Conavi, explicó que con ayuda de una grúa con capacidad para levantar 120 toneladas se empezarán a colocar sobre los lados de la alcantarilla.
Ambas paredes de la alcantarilla (hechas también en concreto), tienen un canal superior en el que se posa cada uno de los arcos. Estos se van corriendo uno a uno con ayuda de lingas, para disponerlos en su posición final, explicó Salas.
Está previsto que ese trabajo se complete hoy, anunció el nuevo ministro de Obras Públicas y Transportes, Pedro Castro.
El funcionario aseguró que la obra va tan adelantada que es posible que se complete en noviembre y no un mes después, como estaba definido en el cronograma.
Según precisó el ministro Castro, la alcantarilla tendrá una capacidad hidráulica de 130 metros cúbicos por segundo, una cantidad de agua que solo rebalsaría el ducto en 100 años.
Lo que sigue. Una vez que se coloquen los 18 arcos, lo que procede es rellenar el espacio que queda vacío entre el techo de la alcantarilla y el nivel de la calle.
Según Pedro Castro, se necesitarán 7.000 metros cúbicos de material compactado.
Luego empezará la remoción de los cuatro puentes bailey, para colocar una nueva carpeta asfáltica.
La solución completa le costó $3 millones al país (¢1.500 millones) y se le adjudicó a la empresa MECO, la misma responsable del mantenimiento vial de la General Cañas.
Con esta obra, el Conavi pretende solucionar los problemas con la quebrada La Guaria, que el 26 de junio pasado se rebalsó y provocó una enorme caverna en la autopista.
Ayer a principios de la tarde, para celebrar la llegada de los arcos, el Conavi y la firma constructora contrataron un catering para repartir frescos de cas, pan de zanahoria y tartaletas de palmito.