Exhuéspedes del hotel Barceló Playa Tambor consideran que el virus que afectó a 225 personas la semana anterior ya tenía más tiempo de estar en el sitio.
Carlos Marenberg, quien visitó el hotel en octubre, explicó a La Nación que durante su estadía y la de su familia en ese hotel, su esposa y varios amigos padecieron de vómito y diarrea, tal y como le ocurrió a decenas de turistas hace nueve días.
Según Marenberg, la afección del Norovirus (el mismo que afectó en la última semana) provocó que su esposa y otras personas visitaran el consultorio médico del propio hotel.
Luego, fuera del complejo turístico, debieron acudir a un gastroenterólogo para exámenes más detallados y para adquirir medicinas.
Otra de las críticas la exteriorizó Guillermo Rivero González, quien con su familia se hospedó en el Barceló Playa Tambor hace una semana. “Me llamó la atención ver el consultorio del médico del hotel abarrotado de gente en camillas y sillas de ruedas, totalmente descompuestos, pero nunca les comunicaron a los huéspedes la gravedad del asunto”, relató Rivero.
Los afectados cuestionaron la actitud de los representantes del hotel, pues desde que se dio a conocer lo del virus, negaron cualquier indicio de emergencia sanitaria.
Precisamente, el 21 de este mes, un día después de que aparecieron los primeros enfermos, Greivin Sandoval, subgerente del hotel, dijo que las quejas de los huéspedes no tenían base médica.
Ese día Sandoval afirmó: “Muchos de los afectados fueron más psicosomáticos que otra cosa. Yo atendí personalmente a cada huésped y todo está solucionado”.
Pocos días después, el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social confirmaron la presencia del Norovirus , causante de las diarreas y vómitos.
Ayer, Doris Falconer, de Barceló, dijo que la intención no fue ocultar la situación.