Mientras unos bailaban y otros cantaban en defensa de la seguridad social, la exdefensora de los Habitantes Lisbeth Quesada hizo un gesto obsceno con los brazos que, dijo, le “salió del alma”.
Cuando se le preguntó por el significado de su seña, respondió entre risas: “Yo no sé, me salió del alma, del corazón. Usted interprételo como quiera. Es el alma de una exdefensora que dice ya no más, pues estamos hartos de no tener rumbo”.
Con traje blanco y una cinta con la bandera de Costa Rica en el cuello, Quesada agregó quiénes fueron los destinatarios de su gesto.
“Lo hice para que le caiga el guante a quien se lo plante. Si don Mario Zamora se lo planta, ya será asunto de él, pero es el sentir del pueblo costarricense que estamos hartos de los chorizos y del mal Gobierno”, añadió.
Se intentó conocer la reacción del ministro de Seguridad, Mario Zamora, pero no atendió las llamadas a su teléfono celular.
Lisbeth Quesada calificó de “terrorismo de Estado” los hechos de la protesta de la semana pasada.
“Todos los días nos sorprenden con actos de impunidad. Nos volaron garrote, garrote y garrote. Este pueblo no entiende con garrote”, sentenció Quesada.
La exdefensora también instó al ministro Zamora a que desista de su cargo.
“Si yo fuera el ministro Zamora, a como metió la pata el viernes pasado, yo me habría ido, me disculparía y me iría, pero la falta de humildad de ellos no les da para tanto”, añadió.
Quesada dijo que había asistido a la marcha en defensa de una institución que es fundamental en la democracia costarricense.
“Esta institución (la CCSS) da paz y democracia. No se puede perder, tenemos que salvarla”, concluyó la exdefensora.