A la hora de comprar un bulto para el próximo curso lectivo, sus hijos probablemente prefieran un diseño llamativo, mientras que usted busque uno que se adapte al presupuesto familiar.
Sin embargo, tomar en cuenta elementos como el peso y el tamaño del salveque, pueden ayudar a evitar dolores de espalda y complicaciones a largo plazo.
Según explicó Orlando Urroz, subdirector del Hospital Nacional de Niños (HNN), optar por mochilas de una sola tira o de manigueta pueden derivar en problemas posturales.
Los salveques cruzados y los bultos con rodines, por ejemplo, desestabilizan la postura, y podrían provocar problemas como lumbalgia, dolores de cuello, e incluso padecimientos graves como escoliosis (condición que provoca una curvatura lateral en la columna).
Por ello, Urroz recomendó elegir bolsos que distribuyan el peso de manera equilibrada. El tradicional salveque de dos tiras es la mejor opción, ya que mantiene los hombros alineados y distribuye el peso por toda la espalda.
Además, son preferibles los bolsos con tiras anchas y acolchonadas, que permitan ajustar el largo de la mochila.
“Los niños que andan encorvados llegan a tener problemas de espalda. Esto se agrava con las malas posturas en los autobuses y pupitres”, manifestó Urroz.
Por su parte, la terapeuta física Rosibel Zelaya explicó que la mochila debe ser proporcional al tamaño del estudiante y debe abarcar desde los hombros hasta la parte baja de la espalda.
Además, para evitar lesiones, el contenido del bolso escolar debe ser menor al 10% del peso corporal del niño.
En el caso de niños que portan otros maletines para ropa deportiva o meriendas, Zelaya sugirió cambiar periódicamente el brazo con el que se carga, a fin de no recargar una sola parte del cuerpo.
Asimismo, enseñarles a sus hijos a hacer estiramientos frecuentes, cuidar la postura en el pupitre y mantener una regular actividad física también pueden ayudar a prevenir lesiones en la espalda.
Calzado adecuado. Otro artículo de uso diario que debe elegirse con cuidado es el calzado escolar.
Con frecuencia, los padres de familia cometen el error de buscar zapatos de materiales duros.
No obstante, los expertos recomiendan prestar cuidado para que el zapato sea, no solo firme, sino también confortable. Además, debe procurarse que la prenda ofrezca estabilidad.
Por otro lado, el calzado debe cambiarse con cierta frecuencia, sobre todo durante el primer ciclo de primaria, al tratarse de una etapa en la que los niños crecen con más rapidez.
De acuerdo con el monitoreo de precios para la entrada a clases 2013 del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), se pueden encontrar grandes diferencias de precios en un artículo, de acuerdo con la marca y el lugar donde se adquiera.
Por ejemplo, los zapatos escolares para niña van desde los ¢4.975 hasta los ¢23.995, con una diferencia de casi ¢20.000.
En artículos similares, según el MEIC, las mayores diferencias se dan en los salveques, con precios de hasta ¢24.000.