En el mes de setiembre, las autoridades de salud darán a conocer si la decisión de haber universalizado la vacuna contra el neumococo en niños menores de dos años, estuvo acorde con los datos epidemiológicos que presenta el país.
Desde hace más de dos semanas, una comisión interinstitucional realiza el estudio de costo-efectividad que determinará si la universalización –aplicación de una dosis a la totalidad de una población específica– se “justificaba” y si era “sostenible en el tiempo”.
Así lo explicó Albin Chaves, director de Farmacoepidemiología de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
En el 2009, antes de que se masificara la dosis en infantes, la Caja gastó entre 2007 y 2008 alrededor de $112.100 para vacunas. En el año de la masificación el gasto pasó a $8,6 millones, sin que haya resultados emitidos por la Caja del impacto en la salud pública.
El grupo que hace el estudio está integrado por tres funcionarios de la Caja (un farmacoeconomista, un especialista en salud pública y un epidemiólogo) y cinco personeros del Ministerio de Salud.
Para el análisis se tiene la colaboración de la Iniciativa ProVac, grupo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que analiza la introducción y universalización de vacunas según la evidencia epidemiológica y otros factores.
El neumococo es una bacteria que puede causar enfermedades como neumonía, meningitis y otitis media (infección del oído medio), entre otros males.
La investigación administrativa surgió luego de que la Contraloría General de la República y otros entes determinaron que la decisión del año 2007 de universalizar la vacuna no fue tomada con base en un estudio de costo-efectividad.
Ese acto lo llevó a cabo la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, que para ese entonces era presidida por la ministra de Salud, María Luisa Ávila.
Entre otras inconsistencias, el ente contralor señaló que el acta en la cual se universalizó la dosis solo tenía la firma de Ávila. Además, que hubo tres supuestos estudios de costo-efectividad, los cuales se hicieron después de la decisión de universalización y con resultados antagónicos. De hecho, uno de los estudio se trató más bien de una tesis universitaria financiada por una firma farmacéutica.
Dos meses. Chaves anunció que la Directiva de la Caja ya tomó acuerdo para que, una vez terminado el análisis, la “comisión se pronuncie sobre cuál fue el impacto que tuvo la introducción de la vacuna contra neumococo en forma universal”.
Esa comisión se reúne una vez por semana y basa su análisis en datos estadísticos de la Caja y del Ministerio de Salud.
En junio, Bárbara Jáuregui, gerente de ProVac, había dicho que el estudio de costo-efectividad no sería vinculante, aunque sí “una herramienta más” para determinar si fue acertada o no la universalización de la dosis.