La CCSS y la firma Promed finalizaron esta semana la colocación de los dos nuevos aceleradores lineales para tratamientos contra el cáncer en el Hospital México, dando inicio a la recta final para poder abrir el servicio a los asegurados.
La instalación de los dos equipos, los más complejos y costosos (más de $2 millones cada uno) que tendrá la institución, se realizó luego de que se certificó que los búnkeres que los protegen cumplen con todos los estándares de seguridad requeridos.
Los aceleradores lineales atacan los tumores con emisiones precisas de radiación, siendo uno de los tratamientos más efectivos contra el cáncer porque se disminuye el impacto en órganos sanos.
El ingeniero Manuel Alán Zúñiga, jefe del proyecto por parte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), explicó que en los próximos días se realizará el “comisionamiento” de los equipos.
Eso significa ponerlos a prueba y calibrarlos, con la colaboración de expertos internacionales.
Luego se realizará el trámite del permiso de funcionamiento que otorga el Ministerio de Salud.
Paralelo al equipamiento, el resto del nuevo Servicio de Radioterapia del México ya está en un 80% de avance en su construcción.
La obra gris ya está finalizada, por lo que ahora se trabaja en colocación de pisos, ventanas y otras mejoras como el sistema eléctrico.
Se espera que para marzo estén listos todos los equipos, incluido un tomógrafo o TAC, y acondicionados 46 sillones para tratamientos con quimioterapia.
A más tardar en julio, se comenzarán a tratar pacientes en el nuevo edificio, que se ubica al costado oeste del Hospital México.
El proyecto de la Caja, que arrancó hace más de un año, tiene un costo total de ¢7.000 millones.
Más capacidad. Los nuevos aceleradores se suman a otros dos que también están instalados en el Hospital México, en La Uruca.
Todos son de la marca Varian, lo que le da la ventaja a la Caja de poder atender a un mismo paciente en cualquiera de los equipos.
Por otra parte, el Servicio de Radioterapia permanece intervenido por una comisión nombrada por la Junta Directiva de la CCSS.
Eso se dio a finales del 2011, cuando la entidad decidió investigar supuestas anomalías en la parte administrativa, específicamente en el pago de facturas por el contrato que la Caja tiene con una clínica privada a la que le compra tratamientos de acelerador lineal.
Las autoridades de la Caja han reiterado que en el momento en que entren en funcionamiento los cuatro aceleradores de la institución, se dejará de enviar pacientes al servicio privado.