A pocas semanas de que inicie la época seca, el embalse Arenal está dos metros por debajo de la previsión del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Su nivel a inicios de esta semana era de 537, 92 metros sobre el nivel del mar (msnm), cuando la previsión era 539,96 msnm; 2,04 metros menos, de acuerdo a los datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cence).
Este patrón se registra desde la mitad de julio pasado en la fuente de generación eléctrica más estratégica del país.
La merma supone 11% menos de su capacidad (unos 160 millones de metros cúbicos de agua) en el embalse de 80 kilómetros cuadrados, el cual, si estuviera al tope, podría alojar 1.477 millones de metros cúbicos de agua.
Ese líquido impulsa el complejo Ardesa (lo forman las plantas Arenal, Dengo y Sandillal) el cual es clave en el suministro eléctrico, al aportar 19,6% de la energía del país gracias a sus 330 megavatios de capacidad instalada.
El embalse, además, es el único capaz de guardar agua de un año a otro para la generación. Si el nivel no sube, la capacidad de generación hidroeléctrica del ICE con Ardesa podría reducirse a lo largo de los próximos meses.
Durante la estación lluviosa de este año, la cuenca del Arenal registró 30% menos de precipitaciones, por lo cual el embalse sigue sin recuperarse conforme a la programación anual, explicó Luis Pacheco, gerente de electricidad del Instituto.
A partir de junio, como cada año, el ICE redujo el uso del embalse para permitir que se restableciera su nivel. Sin embargo, volvió a utilizarlo en agosto, según datos del Cence.
Aunque se le consultó al ICE sobre las razones de ese cambio en la administración de las aguas, la entidad declinó referirse.
Frente a la situación, Pacheco manifestó que confían en que el embalse se recupere con las lluvias del último trimestre en la vertiente del Caribe, pues ahí se encuentran los ríos con los cuales abastecen la presa.
“Aunque el embalse esté por debajo de lo proyectado, los niveles que presentará Arenal al final del 2016, superiores a 540 metros msnm, serán suficientes para el respaldo del Sistema Eléctrico Nacional y para atender la demanda en el 2017”, aseguró.
Preocupados. A pesar de esa proyección, representantes de la Cámara de Industrias manifestaron su inquietud.
“Esto es consecuencia de apostar tanto por un esquema hídrico, que cada vez con el cambio climático se vuelve más vulnerable. Por supuesto que la preocupación es alta ”, manifestó el subdirector ejecutivo de la Cámara, Carlos Montenegro.
Si el nivel permanece igual, agregó el empresario, las tarifas podrían subir más en el 2017.
Montenegro recordó que la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) ya estudia una solicitud del ICE para elevar 9,75% las tarifas y, además, hay casi ¢8.000 millones en gastos por importaciones de energía del primer semestre 2016, que aún deben trasladarse al consumidor.
El industrial advirtió de que si el embalse no se recupera, el otro año podría ser necesaria más generación térmica, lo cual impactará el bolsillo de los abonados.
El combustible utilizado en térmica se traslada a las facturas mediante el Costo Variable por Combustible (CVC), que la Aresep calcula cada trimestre.