Con grandes bolsos, cajas, hieleras y hasta ollas, decenas de ticos dejan la ciudad para buscar aire fresco en playas y ríos.
Testigos de esa marcha ruidosa fueron ayer las terminales de autobuses de rutas como Guanacaste, zona sur, Jacó, Quepos, Manuel Antonio y Limón.
Según pudo corroborar La Nación en un recorrido matutino, conforme corría el reloj, aumentaba la afluencia de pasajeros en busca del tiquete que los llevaría lejos del bullicio capitalino.
En su mayoría, se trata de personas que en esta época visitan a sus familiares o amigos en las zonas rurales. Otros buscan sitios para acampar en los días santos.
Este es el caso de Mireya Acevedo, vecina de Hatillo centro que a las 9 a. m. esperaba la salida del bus que la llevaría hasta Orotina y de ahí hasta el playón del río Turrubares donde acampará.
Ella viajaba con ocho familiares, incluido Gabriel Salazar, un bebé de apenas dos meses.
“Llevamos de todo para cocinar allá”, manifestó Acevedo.
Entretanto, Rocío Venegas, su esposo Audy Moya y su hija Emily, quien cargaba un conejo de peluche, optaron por dejar Los Guidos de Desamparados donde viven, por unos días en Siquirres y Cahuita.
“En total somos 18 personas, todos familiares y pensamos acampar en la playa”, comentó .
Los pasajeros se mostraron satisfechos con el servicio.
Los autobuseros reforzaron desde ayer sus flotillas a la espera de una mayor afluencia de viajeros tanto para salir de San José como para el regreso previsto para este sábado. Es el caso de la empresa Caribeños que da servicio a Limón, Guápiles y otros destinos del Caribe que incluyó 30 autobuses más.