El Colegio de Isla Chira logró el año pasado un resultado que pocos centros educativos alcanzan.
Los 14 estudiantes que resolvieron las pruebas de bachillerato las ganaron; es decir, hubo una promoción del 100%.
Ese resultado fue muy diferente al que obtuvo esa misma institución en el 2005, cuando los ocho alumnos que realizaron esos exámenes nacionales fallaron en al menos una materia.
Gerardo Obando Porras, director de ese liceo, explicó que una de las razones que les permitió cosechar ese resultado fue tener un grupo pequeño de colegiales.
De esta manera, opinó Obando, los educadores tuvieron más oportunidad de darles atención personalizada, no solo en los años lectivos, sino también en los centros de estudio previos a los exámenes.
“A mayor cantidad de estudiantes, menos posibilidad de promoción alta. Ese grupo tenía cinco años de estar junto y en su interior tenía buenos líderes”, aseguró el director.
Obando agregó otro factor de éxito: cada vez son menos los profesores que utilizan ese centro como un trampolín para ser nombrado en propiedad en un colegio de alguna ciudad.
De hecho, algunos de los docentes ya llevan hasta cinco años dando clases en el liceo de esa isla, fundado en 1996.
En algunos momentos, por Chira ha pasado profesores que solo dan clases durante tres meses y luego logran un traslado.
“Hemos venido trabajando, sobre todo con los profesores guías, que no solo son responsables, sino que también han tenido estabilidad, y ellos preparan a los jóvenes. Se llega a la cima si se toma buen impulso”, aseguró Obando.
Este año aumentó la cantidad de colegiales de ese liceo que hará bachillerato. En total son 36.
Perfil. Gerardo Obando detalló que el 95% de los muchachos matriculados en ese colegio proviene de familias que dependen de la pesca.
Sin embargo, el director lamentó que muchos de estos jóvenes no prosigan en la ruta para sacar una profesión.
“Los alumnos son buenos, aunque ellos son un poco más pasivos a diferencia de otros que tienen definido su proyecto de vida.
“Hemos tenido estudiantes que uno piensa que llegarán muy lejos porque obtienen notas altas, pero al final resulta que van a la universidad y se regresan al poco tiempo”, lamentó Obando.
Para el funcionario, esto se debe al entorno propio de la isla, que es muy distinto al de otras regiones.